
El Atlético de Madrid estuvo peleado con el gol durante más de una hora y frustrado por las atajadas decisivas del arquero rival Sergio Herrera, pero resurgió en el minuto 69 gracias a una conexión argentina: desbordó Giuliano Simeone por la banda derecha y dio un pase atrás para el gol del 1-0 de Thiago Almada, tanto que provocó la imprescindible victoria ante Osasuna, que precisó de una salvada increíble de Oblak ante Budimir cuando se iba el partido.
Tras empatar la anterior jornada en Vigo, con la victoria de este sábado del Barcelona y a la espera del resultado del Real Madrid en Getafe (juega este domingo), al Atlético no le quedaba otra que ganar. Pero en casa suele irle bien: lleva 13 de 15 puntos. Y cinco triunfos seguidos como local si se cuenta la Champions.
Le costó al Atlético. Debió poner Diego Cholo Simeone a todos sus recursos sobre el terreno, antes o después del gol a favor. Siempre con Julián Alvarez, de inicio con Baena y Griezmann, avanzado el encuentro con Sorloth y Almada, cuya reaparición, después de siete encuentros sin competir por una lesión, fue decisiva para superar el enredo que expresaba entonces el 0-0, como lo fue luego el arquero esloveno para asegurar el triunfo.
Almada ingresó en el minuto 62 por Baena y llenó de fútbol al Atlético hasta encontrar el gol tan ansiado. Giuliano Simeone fue pura velocidad. Su cambio de ritmo, con una arrancada imparable, desbordó a Abel Bretones, para alcanzar la línea de fondo y entregar el gol a Thiago Almada. En su reaparición, el ex Vélez logró lo que nadie había conseguido en una hora. Fue su primer gol con el Atlético, compartido con Giuliano. Una victoria imprescindible, concluida entre el temor final y un atajadón de Oblak.
Con información de Agencias

