jueves, marzo 28

Vladimir Putin retoma el impulso con amenazas y un nuevo submarino nuclear


Vladimir Putin parece estar viviendo un momento optimista para probar que cuenta con los medios para lograr sus ambiciones. La iniciativa sigue en manos rusas en el campo de batalla del invadido Este de Ucrania.

Las nuevas armas enviadas por Estados Unidos están entrando en funciones pero hay que ver si cambiarán la situación.

Además, las sanciones de Occidente muerden fuerte pero menos de lo que se esperaba y Rusia sigue bancando la guerra con decenas de miles de millones de dólares que le pagan los enemigos occidentales para que no corte del todo los abastecimientos de gas, petróleo y minerales especiales imprescindibles para hacer funcionar las industrias occidentales.

La renuncia del premier británico Boris Johnson, el político europeo que Putin más detesta, destapó una realidad: los aliados europeos de Estados Unidos y Ucrania viven una difícil coyuntura política.

Una casa en llamas tras un bombardeo de Rusia en Konstantinovka, en el este de Ucrania, este sábado. Foto: AP

Una casa en llamas tras un bombardeo de Rusia en Konstantinovka, en el este de Ucrania, este sábado. Foto: AP

La crisis por el gas ruso

Las otras cuatro principales potencias europeas afrontan duras divisiones políticas. Se ha roto la locomotora de la Unión Europea: Alemania sufre una profunda crisis económica por las pérdidas que castigan a su economía, seriamente debilitada por la dependencia de la energía que provee Rusia.

Si Putin ordenara cerrar del todo los grifos Alemania entraría en una grave recesión. Las consecuencias en el frente político serían inevitables para la coalición gubernamental socialista-verde-liberal.

En Francia el presidente Emmanuel Macron enfrenta las consecuencias de las elecciones en el Parlamento que lo dejaron sin una mayoría propia. Es poco probable que Macron siga proponiendo sus frecuentes iniciativas de mediación con Putin, jugando el papel importante que desarrolló en la primera fase de la guerra.

En Italia el economista Mario Draghi, elegido hace 17 meses como salvador de la patria tras los desastres que causó a la economía la pandemia de Covid-19, enfrenta una oleada de discrepancias de los partidos que luchan por diferenciarse. Draghi avisó que si lo asedian renunciará y no aceptará otro mandato. La amenaza es de elecciones generales anticipadas en medio de una situación caótica.

En España, el primer ministro Pedro Sánchez sufre una pérdida de consenso que se refleja en el asedio de las derechas, especialmente tras la victoria del partido Popular en Andalucía, que era un baluarte de los socialistas hoy en el gobierno.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sigue firme en su ofensiva en Ucrania. Foto: REUTERS

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sigue firme en su ofensiva en Ucrania. Foto: REUTERS

Los planes del presidente de Rusia

Putin no deja naturalmente de tener en cuenta la avalancha de problemas que lo benefician en los enfrentamientos con la Unión Europea. En más de dos décadas (está en el poder en Rusia desde el 2000) ha forjado una red de partidarios y cultivado a los partidos de extrema derecha.

Es necesario recordar que el presidente ruso preparó durante años el ataque al corazón de Occidente que se inició con la invasión de Ucrania el 24 de febrero. Putin sostiene que con la colaboración de China pretende liquidar la era del predominio aplastante de Estados Unidos como superpotencia dominante que se inició con la desastrosa caída y disolución de la Unión Soviética, que se evaporó a partir del 1 de enero de 1992.

La ideología de Putin se inspira no en Lenin sino en filósofos y personajes ultranacionalistas de la Rusia euroasiática, que incluyen a su favorito, el filósofo Ivan Ilyn, que desarrolló el llamado “fascismo ruso”.

Putin quiere restablecer el dominio del “Mundo Ruso”, como lo llaman, en su área de influencia, terminando con la presión de los países que fueron miembros del soviético Pacto de Varsovia y hoy están agrupados en la alianza militar occidental, la OTAN.

Ucrania presentó óptimas características para el “casus belli” de la invasión, Putin la acusa de pretender entrar a la OTAN, como los otros 14 países ex Pacto de Varsovia ahora “siervos” de la alianza occidental.

Todo este cuadro explica por qué hace cinco días lanzó lo que parece una intolerable bravata y no lo es, porque se trata de una amenaza en serio a partir de quien se siente con las espaldas cubiertas, incluso por su potencial atómico que está dispuesto a utilizar.

En un discurso lanzó la bofetada a todo Occidente. Si quieren combatir “que lo hagan”. La guerra en Ucrania “apenas ha comenzado, apenas hemos iniciado a hacer las cosas en serio”.

Putin amenazó con nuevas medidas bélicas si no se resuelve la crisis desatada en el enclave ruso de Kaliningrad, debido a las sanciones, que pone a riesgo todo el frente oriental, Báltico, de la OTAN, que se combatiría con armas nucleares.

En el este ucraniano en manos rusas ya hay una vasta operación rusificadora. Desde los documentos de identidad a las escuelas, a la administración pública, la televisión y la radio, se va imponiendo el ruso como lengua oficial. Se reparten pasaportes a los que aceptan la nueva nacionalidad, por las buenas y por las malas. La rusofilia es obligatoria.

Soldados ucranianos disparan desde un campo en la región de Donetsk, en el este del país. Foto: AP

Soldados ucranianos disparan desde un campo en la región de Donetsk, en el este del país. Foto: AP

Putin sostiene que Estados Unidos envía nuevas armas porque quiere prolongar el conflicto, ganando tiempo para hacer que las sanciones cumplan su eficacia devastadora.

La inflación, que en Occidente castiga ya al 8%, en Rusia llega al 17%. Pero Moscú ha tomado medidas eficaces para paliar en parte la dureza de las sanciones. Además, el factor más importante es que los ingresos a Rusia por 80 mil millones de dólares de gas, petróleo, carbón y minerales especiales que la industria occidental necesita imperiosamente, financian este año la guerra y prolongan la resistencia de los rusos.

El presidente ruso quiere demostrar que posee medios suficientes para lograr sus ambiciones, que están a la altura de sus amenazas de “apenas hemos comenzado a hacer la guerra en serio”.

Submarino nuclear

Este sábado comenzó oficialmente el servicio de “Belgorod” el más grande submarino nuclear ruso de 184 metros. Concebido como “madre” de una familia de medios navales “inteligentes” teleguiados.

“Belgorod” pretende desequilibrar el enfrentamiento nuclear de la nueva Guerra Fría lanzando desde las profundidades de los océanos (puede sumergirse a dos mil metros) los más perfeccionados misiles intercontinentales.

Un submarino ruso en el Bósforo, en una imagen de archivo. Foto: AFP

Un submarino ruso en el Bósforo, en una imagen de archivo. Foto: AFP

Desde los abismos partirían los “Poseidón” hipersónicos, largos 24 metros y capaces de descargar su panoplia de hasta diez ingenios nucleares destinados a otros tantos objetivos ubicados a diez mil kilómetros de distancia.

“Belgorod” permitirá controlar, reparar y destruir si es necesario, oleoductos o gasoductos, espiar o manipular los cables de fibras ópticas por donde pasan conexiones web y telefónicas de todo el mundo.

Este sábado a la madrugada los rusos parecen haber iniciado una ofensiva importante en la región del Donbas que debería concluir con la ocupación del territorio de la república separatista de Donetsk.

Hacía más de una semana que los combates entraron en una impasse tras la conquista de la otra república pro rusa, Lugansk. Ambas completan la posesión del Donbas, la rica región minera y agrícola del Este de Ucrania.

La ofensiva como siempre inicia con infernales ataques de artillería que apuntan al objetivo táctico de la ciudad de Bachmut, que servirá como eje para atacar Sloviansk y Kramatorsk, las dos más grandes ciudades de Donetsk.

Se abre otra fase de la guerra, tal vez la tercera y última antes del hipotético cese del fuego que abriría las negociaciones de paz en condiciones favorables para el guerrero Vladimir Putin, sentado sobre un botín del 35% del territorio ucraniano y de un terrible espectáculo de destrucción.

Es probable que los rusos no se den por contentos y hagan virar a su principal masa de tropas hacia el sur, para atrapar todas las costas del Mar Negro ucranianas, iniciar la batalla por el gran puerto de Odesa y otras tres ciudades, y completar la faena arribando a la frontera con Moldavia, ocupando de paso la Transnitria moldava, una franja de territorio donde los rusos ejercitan de hecho la soberanía desde hace años.

Si no hay cese del fuego la guerra se prolongará mucho tiempo.

Roma, corresponsal

CB​



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