Los argentinos somo así, vivimos de la comparación. Menotti o Bilardo allá en el tiempo; Bianchi o Bielsa con Riquelme como punto en común para empezar la década del 2000; Guardiola o Mourinho en la explosión del modernismo; y ahora el fútbol argentino en la Copa de la Liga Profesional une dos posturas que desde la estrategia y la concepción del deporte son antagónicas bajo un denominador común: el gol.
Se trata del Estudiantes de La Plata de Ricardo Ruso Zielinski y del Defensa y Justicia de Sebastián Beccacece. La vieja escuela de recursos aplicados con lógica contra las estadísticas y la tecnología aplicada a un fútbol descontracturado y flexible. Pero esas dos formas, por el momento, dominan la escena de la LPF como los equipos que convirtieron más goles (20), en las primeras nueve fechas. Además, ambos conjuntos empezaron con buen andar en las Copas Libertadores y Sudamericana.
Defensa y Justicia y Estudiantes de La Plata en el último enfrentamiento entre los dos entrenadores en cuestión. Fue en la Liga Profesional 2021 y ganó Beccacece. Foto Prensa EdeLP.
Primero, repasemos de qué hablamos cuando nos referimos a estos dos entrenadores. A mitad de 2019, en una entrevista con Clarín, el propio Zielinski explicó qué le producía que fuera tildado como «defensivo» por el ambiente: «¿Sabés qué pasa? Hay desinformación. Y la desinformación molesta. Si fuera defensivo no tendría nada de malo, pero no lo soy. A mí me gusta jugar bien, me gusta atacar; no soy necio, si de eso se trata. Defiendo, claro, no se me cae ningún anillo. Y no digo determinadas frases para que la gente piense que soy lírico. No, no soy lírico. La verdad, yo creo que a la larga decir que soy defensivo es ridículo. Hemos logrado un montón de cosas que no las conseguís defendiendo».
Incluso, sin mencionarlo, puede haber lanzado un tiro por elevación para el grupo que tiene en Beccacece a uno de sus mayores exponentes: «A veces la gente piensa que tener la pelota con el arquero y los centrales te hace un entrenador ofensivo. Y hablan de la posesión… A mí me gusta el fútbol inglés, por ejemplo. Con transiciones rápidas, cambios de ritmo. No me gusta el juego de 30 pases para llegar a mitad de cancha. Está en contra de mi naturaleza, no me agrada. Y mis equipos hacen muchos goles, eh. Algunos eligen decir palabras difíciles para justificar que defienden como todos. Eso me da bronca».
A su turno, hace poco más de un mes, Beccacece habló sobre su método: «Creo que más que eso, es una idea. Nosotros buscamos un funcionamiento de equipo, sobre el valor del individuo puesto al servicio colectivo. Y a partir de ahí empezar a conocernos intercambiando ideas y opiniones para poder tener un Norte. Con mi equipo de trabajo, en los diferentes lugares donde estuvimos, hacemos hincapié en hacernos cargo de la pelota, de la organización…».
Ya teniendo en claro esto, pasemos al análisis. ¿Cómo llegaron los 20 goles que convirtió Estudiantes de La Plata en la zona B? Se sorprenderían al encontrar que ocho de ellos fueron desde el ataque posicional, fase del juego en la que se tiene dominio de la pelota, y que quizás no estaría vinculada a un equipo de Zielinski si lo encasillaríamos como se explicó antes.
La pelota parada -incluidos laterales «centro»- y el contragolpe, con cinco cada uno, son los otros ítems que completan el podio del repertorio del Pincha, que en la zona B es líder con 19 puntos, producto de cinco triunfos, tres empates y una derrota. Los dos goles restantes fueron de penal.
Con un esquema que suele ser más «rígido» desde el 4-4-2, Estudiantes se sustenta en una columna vertebral fuerte con Mariano Andújar en el arco, el gigante Agustín Rogel, el deseado Jorge «Corcho» Rodríguez que es el termómetro del medio y la potencia goleadora de Leandro Díaz y Mauro Boselli.
En la estadística que entrega la Liga Profesional, el Pincha es el 21° equipo en posesión (promedio de 46% por partido), 26° en pases (309,6) y 6° en efectividad en centros, con un 29 por ciento.
Ricardo Zielinski es muy celoso de las coberturas defensivas, el orden y el equilibrio para evitar la descompensación, sabiendo que las opciones suelen aparecer en ofensiva. Foto: Juan Mabromata / AFP.
En Defensa y Justicia, quizás hasta lógicamente, más de la mitad (11 sobre 20) de sus tantos llegaron desde el ataque posicional y siete desde el contragolpe, otra de las potentes armas ofensivas, porque recupera y «expande» rápido para finalizar generalmente con centros bajos en busca de desvíos al primer toque. Esa es una de las características del Manual Beccacece.
Uno de pelota parada (que no fue de cabeza, pero sí de volea ante Banfield) y otro de penal dan la suma de la veintena de goles que convirtió el Halcón, que está tercero en la zona A con 17 puntos -a dos de Racing-, luego de cinco victorias, dos empates y la misma cantidad de derrotas. Un detalle: en la fecha 9, la última, Defensa fue el equipo que menos remató al arco (7), pero le ganó 5-1 a Talleres de Córdoba.
Sebastián Beccacece tiene en Defensa y Justicia su lugar en el mundo. Foto Maxi Failla – CLARIN
Desde lo táctico, Beccacece exige mucha más versatilidad a sus futbolistas, un juego sin tanta posición, pero sí con roles y lectura. intenta dominar desde la construcción y la paciencia para encontrar réditos, pero también su intensidad lo hace recuperar muchos balones e intentar ataques directos, desde la capacidad resolutiva de sus delanteros.
Los números de la Liga Profesional lo tienen en el puesto 13 para la posesión (49% por partido) y 4° en efectividad de pases (78%).
Tan parejo es todo entre ambos entrenadores que hasta están empatados en el historial entre ambos: jugaron seis encuentros entre sí con dos victorias por lado y otras dos igualdades. El último cruce fue en la primera fecha de la Liga Profesional 2021, cuando el Halcón se impuso 2-1 al Pincha.
Entonces, en una semana donde a partir del cruce entre Diego Pablo Simeone y Pep Guardiola sobre las diferentes formas o estrategias para ganar partidos, queda en claro que el fútbol es tan atractivo porque es indescifrable. Incluye y acepta todas las formas, dentro de lo permitido en el reglamento, y suele premiar a aquellos que, desde el convencimiento, consiguen involucrar a los jugadores en su plan, sea atacar para defender o defender para atacar.
