jueves, marzo 28

Pedro Sánchez destituyó a la directora de los servicios secretos españoles por el espionaje a varios políticos


La directora de los servicios secretos españoles, Paz Esteban, cuestionada tras conocerse el espionaje a los teléfonos del Primer ministro, Pedro Sánchez, y numerosos independentistas catalanes, fue destituida este martes, anunció el Ejecutivo.

«El gobierno acordó hoy el cambio en la dirección del CNI» (Centro Nacional de Inteligencia), anunció la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la conferencia de prensa posterior al consejo de ministros, admitiendo que «hay deficiencias, hay fallos«.

Además, el gobierno anunció que el celular del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, también fue espiado con el programa israelí Pegasus, como los de Sánchez y la propia Robles, tras concluir el examen de los terminales de todos los miembros del Ejecutivo.

La ex directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. Foto: EFE

La ex directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. Foto: EFE

El «caso Pegasus» — por el que el independentismo catalán, clave para la estabilidad parlamentaria del gobierno del socialista Pedro Sánchez, había exigido cabezas — se cobra así la primera gran víctima.

La secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, sustituirá a Esteban al frente del CNI.

Esteban compareció el jueves ante una comisión parlamentaria para dar explicaciones, pero éstas no convencieron a los aliados parlamentarios del gobierno, la extrema izquierda y los independentistas catalanes y vascos.

Según trascendió de aquella comparecencia, Esteban admitió que 18 dirigentes independentistas — entre ellos el presidente regional catalán Pere Aragonés cuando era vicepresidente —fueron espiados, pero con mandato judicial.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, fue quien anunció que el gobierno había destituido a Paz Esteban. Foto: EFE

La ministra de Defensa, Margarita Robles, fue quien anunció que el gobierno había destituido a Paz Esteban. Foto: EFE

Crónica de un escándalo

El escándalo estalló antes, el 18 de abril, cuando la organización canadiense Citizen Lab identificó a más de 60 personas de la órbita separatista catalana cuyos teléfonos móviles habrían sido infectados entre 2017 y 2020 con el software de espionaje israelí Pegasus.

El asunto dio un vuelco cuando el gobierno anunció la semana pasada que Pedro Sánchez y su ministra de Defensa, Margarita Robles, también fueron espiados mediante el mismo programa informático en mayo y junio de 2021.

El gobierno asegura que la intervención de los teléfonos de Sánchez y de la ministra de Defensa y el del titular de Interior fue producto de un «ataque externo», sin más, aunque la prensa española especula con que Marruecos, con quien Madrid acaba de cerrar una crisis diplomática de casi un año, podría estar detrás.

Pegasus, que permite acceder a los datos o activar remotamente las cámaras y micrófonos de un teléfono, y la compañía israelí que lo creó, NSO, han sido criticados después de que un grupo de medios revelara el año pasado que este software fue usado para espiar a centenares de políticos, periodistas, activistas de derechos humanos y empresarios.

El logo del NSO Group, la empresa israelí responsable de crear el software Pegasus. Foto: AP

El logo del NSO Group, la empresa israelí responsable de crear el software Pegasus. Foto: AP

Pedro Sánchez es el primer jefe de gobierno que ha anunciado haber sido espiado mediante Pegasus. Hasta ahora, ningún jefe de Estado ha anunciado haber sido espiado con ese software.

Paz Esteban, de 64 años, se convirtió en 2020 en la primera mujer en dirigir los servicios de inteligencia, para los que empezó a trabajar hace casi 40 años.

Licenciada en Filosofía y Letras, especialista en Historia Antigua y Medieval, Esteban hizo su carrera en el área de la inteligencia exterior, si bien no se le conoce experiencia de campo como agente.

En su discurso de toma de posesión hace dos años, prometió «liderar el proyecto de transformación digital» del CNI, para adaptarlo mejor «a la sociedad del conocimiento en la que vivimos y a lo que ello implica tecnológicamente».

La inteligencia, bajo la lupa

El CNI rinde cuentas al gobierno, al parlamento — a una comisión de secretos oficiales — y a la justicia, a la que debe solicitar permiso para intervenir teléfonos.

Muy delicado políticamente, este escándalo de espionaje tenía el potencial de hacer descarrilar al gobierno de izquierdas.

Los independentistas catalanes de ERC habían llegado a exigir la dimisión de la ministra Robles para seguir apoyando a Sánchez, cuya legislatura está previsto que acabe a finales de 2023.

Varios partidos políticos también cuestionaron el momento exacto en que el gobierno reveló el espionaje que sufrió, preguntándose si en realidad el Ejecutivo sabía de estos ataques de antemano y decidió hacerlos públicos solo para calmar a los independentistas catalanes, mostrándose así como otra víctima de Pegasus.

Los servicios secretos españoles, que han vivido grandes reorganizaciones tras la llegada de la democracia en 1978, han protagonizado varios escándalos en las últimas décadas.

En 1995, unas escuchas telefónicas ilegales acabaron costándole el cargo a dos antecesores de Robles y Esteban, Julián García Vargas y Emilio Alonso Manglano, respectivamente, así como al vicepresidente del gobierno socialista de la época, Narcís Serra.

Más recientemente, el anterior director del CNI, Félix Sanz Roldán, fue acusado por una examante del rey emérito Juan Carlos I de haberla hostigado para que no revelara secretos, algo que él negó.

Fuente: AFP 



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