martes, abril 16

ofrece «gas barato y mujeres bonitas»



En el pantanoso mundo de la guerra, el aparato propagandístico del Kremlin intenta ser ingenioso para disimular, aunque sea tímidamente, algunas atrocidades cometidas en el campo de batalla ucraniano.

En esa línea, las embajadas están distribuyendo en Internet un video donde juegan con ironía sobre los “beneficios” que brinda la “Madre Rusia, con el fin de atraer a los europeos en este escenario de inconsistencias.

El video, de sólo 1,10 minutos, promociona el país enumerando las ventajas de vivir allí.

Cita su “gastronomía deliciosa”, “riqueza histórica” y el espléndido “ballet” ruso, así como los “escritores de fama mundial” y la “arquitectura única”.

También, con una cuestionable propensión sexista, menciona sus “mujeres bonitas”.

En otro tramo habla de la “hospitalidad”, los “valores tradicionales” y señala que es un país “sin culturas canceladas”, exhibiendo rostros de jóvenes de distintas etnias. No se olvida, obviamente, del vodka.

Lo más interesante es la referencia que hace a los problemas que están soportando los europeos a raíz de la guerra que la propia Rusia inició, como el encarecimiento de las tarifas de gas y electricidad.

En este caso en el video se ofrece una Rusia con “gas económico”, “electricidad y agua baratas” y “taxis económicos”.

También, sostiene en una burla a las potencias occidentales, que cuenta con “una economía que puede soportar miles de sanciones”.

El final, de tono sarcástico, apunta al temor creciente en los europeos: la llegada del invierno con escaso suministro de gas. “Es hora de mudarse a Rusia. No te demores…se acerca el invierno”, cierra el video con la bandera rusa flameando.

Una mezcla de certezas, picardía, burla y bastante perversión si se tiene en cuenta que muchos de estos problemas fueron ocasionados por el propio Kremlin con su decisión de invadir Ucrania.

Una economía en crisis

Si se mira de cerca la economía rusa, no hay muchos datos que permitan tomar con ironía la situación. Si bien es cierto que las sanciones no provocaron un colapso económico, están apareciendo profundas grietas que pronostican un derrumbe de los principales indicadores.

No hubo un colapso gracias al elevado precio de las materias primas que produce. Paradójicamente, Rusia se benefició de la inusual suba de los commodities.

Hay un flujo constante de fondos que están ayudando al gobierno a paliar la crisis interna. Vende gas, petróleo, granos, minerales y mucho más.

“Pese a las históricas sanciones, la caída en default y la incertidumbre que genera la guerra, Rusia parece estar resistiendo mejor de lo esperado, al menos, en el corto plazo. En el largo, la economía parece condenada”, explica Vicente Nieves en El Economista de España.

Ilya Matveev, un economista socialista ruso que integra el colectivo editorial de Posle, da una visión bastante clara de lo que está sucediendo en una entrevista con la revista Nueva Sociedad: “Las sanciones no han provocado un colapso de la economía. Sin embargo, yo diría que el impacto de las sanciones a la economía rusa ha sido dramático, y que a mediano y largo plazo el impacto será completamente devastador”.

El gran impulsor de la economía rusa en este crítico momento fue el aumento de la producción de petróleo. Bloomberg explica que subió un 7% en junio debido a la demanda interna y, especialmente, a los variados compradores de Asia.

Matveev destaca que “es imposible que Rusia se desarrolle bajo este tipo de régimen de sanciones”.

“No puede desarrollarse en absoluto debido al colapso de las importaciones de todo tipo de bienes y servicios avanzados de Occidente, y de muchos países que no están geográficamente en el Occidente, como Japón y Corea del Sur. No poder importar esos bienes y servicios avanzados significa que Rusia no puede avanzar tecnológicamente, y que la brecha entre Rusia y el resto del mundo se ampliará”, apunta.

En otro tramo, el economista explica que “hasta dos tercios de los rusos no tienen ahorros y solo pueden comprar lo que necesitan de comida y ropa. Adquirir bienes de consumo duraderos es, para ellos, extremadamente difícil».

«Rusia es un país pobre y ahora, además, tiene sanciones que destruirán aún más la vida de los trabajadores”, detalla Matveev.

El mordaz video evita estos temas. Ya se sabe: la propaganda, como la guerra, no tiene corazón.



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