El gobierno de Colombia anunció que el jefe guerrillero Néstor Gregorio Vera Fernández, alias «Iván Mordisco», uno de los líderes disidentes de las FARC, murió el pasado fin de semana en una operación militar en el departamento colombiano del Caquetá, en lo que denominaron «una estocada final a las disidencias» en palabras del ministro de Defensa, Diego Molano.
Fue en un ataque de las fuerzas armadas colombianas, donde murieron además otros nueves miembros de la agrupación.
«Esta operación, que permite la neutralización de nueve individuos de ese frente primero de las disidencias de las FARC y la neutralización de alias ‘Iván Mordisco’, nos permite señalar también que esta es una operación en la que cae el último gran cabecilla de las FARC y se da una estocada final a las disidencias«, dijo el ministro Molano en una rueda de prensa en Bogotá.
Según informa el diario El Espectador de Colombia, la Policía Nacional habría logrado cercar a Mordisco en el departamento sureño de San Vicente del Caguán. El fin de semana, luego de un bombardeo, asaltaron dos campamentos disidentes.
De acuerdo a la información que fuentes de Inteligencia confiaron a la cadena RCN Noticias de Colombia, ayudantes de Mordisco se habrían llevado el cuerpo sin vida de su comandante del escenario del ataque.
Las fuerzas colombianas consiguieron ubicar el cuerpo de la compañera sentimental de Mordisco y el de su especialista de comunicaciones, «con señales de que fueron arrastrados», informa por su parte ‘El Tiempo’, «lo que ratificaría la versión de que el cuerpo de Mordisco fue sacado del sitio».
Además pudieron incautar dos fusiles, pistolas, proveedores, granadas y hasta un drone.
De acuerdo a las Fuerzas Militares, ese material bélico tenía como destino intimidar a la población civil y planear algunas acciones terroristas. El Frente 1 “Armando Ríos”, que era liderado por Iván Mordisco, se financiaba a través del narcotráfico, la extorsión y el secuestro. Tenía eje de operaciones en Meta, Caquetá y Guaviare.
Un líder disidente especializado en el secuestro
Ivan Mordisco, jefe disidente de las FARC (Ministerio de defensa de Colombia /AFP)
La «Armando Ríos» es una organización que cuenta con unos 400 miembros según estimaciones de inteligencia. Hace poco había sufrido un duro golpe con la muerte de Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, quien era uno de los cabecillas más destacados de las disidencias. Sin Duarte, Mordisco se presentaba como la principal cabeza de la organización a nivel nacional.
Desde el gobierno colombiano estiman que Mordisco además tenía nexos con cárteles de narcotráfico de México.
Francotirador y explosivista experto, Mordisco había ingresado a las FARC durante los 2000. Desde 2008 había crecido fuertemente en sus tareas de reclutamiento forzado, donde las víctimas eran principalmente las poblaciones indígenas. Mayoritariamente niños y campesinos.
Cuando comenzaron las negociaciones de paz en La Habana, en donde participó el gobierno de Colombia y las FARC-EP, Mordisco había sido uno de los disidentes que anunciaron que no iban a desmovilizarse. Incluso lanzó un comunicado, en el que invitaba a más guerrilleros a “continuar con la lucha armada”.
