martes, abril 23

lesionó salvajemente a su rival en un partido de rugby y se espera una grave sanción



Este sábado por la tarde, Matreros enfrentó a Pueyrredón en un partido por la décima fecha de la Primera División de la URBA, la segunda categoría de la Unión de Rugby de Buenos Aires. Fue un triunfazo para los de Tigre por 38 a 36, pero las miradas se la llevó una acción en particular que nada tiene que ver con los buenos valores del rugby.

Es sabido que es un deporte con roce físico, fricción y mucho músculo. Pero la intención de dañar a una persona a adrede es una línea que no se debe cruzar.  

El partido se disputó en la cancha de Matreros, club que tiene su predio en Castelar, al Oeste de Buenos Aires. El local llegó al match con 23 puntos, ocupando el sexto lugar. Mientras que la visita estaba tercero en la tabla con 32 unidades. 

Cuando se estaban jugando los 22 minutos del segundo tiempo, con el conjunto del Oeste arriba en el marcador por 36 a 24. Tomás Sánchez, que en el video luce la camiseta roja y blanca número 20, recibió la guinda y encaró. Un jugador fuerte y corpulento que se encargó de ganar metros.

Pero en el camino el pilar se cruzó al centro de Pueyrredón, Juan Marsano, que con una marca fuerte y férrea consiguió el tackle. Ambos forcejearon y cayeron al piso. Hasta ahí, una acción normal de este deporte. Nada del otro mundo…

Sin embargo, el jugador de Matreros se encargó de llevar eso a otro nivel. Luego de limpiar la jugada, la pelota y la vista del referí se fueron para otro lado. Pero él quedó con su torso sobre la parte baja de su rival. Ahí, sujetó su pierna y comenzó a hacer una palanca girándola de forma antinatural. Una clara acción para perjudicar la salud de su contrincante.

¿Cómo terminó todo? Con Juan Marsano retirándose del campo de juego con una grave lesión: se teme una rotura de ligamentos ​y posiblemente no pueda seguir jugando al rugby. El jugador había gritado de dolor y eso se vio en las imágenes. Por eso, resulta rara la resolución del árbitro Nicolás Cotic y de su asistente de no sancionar al agresor en aquel momento.

Luego del hecho, el jugador de Matreros fue sorprendido por sus rivales que se acumularon a su alrededor para recriminarle por su accionar. Los gritos de Marsano fueron evidentes. Algo había pasado. Pero el capitán del conjunto de Castelar se escurrió entre sus compañeros para pasar desapercibido ante la mirada de los jueces. Nadie había visto nada.

Según el medio Rugby Champagne, el juez Nicolás Cotic convocó a los capitanes, Balbi, de Pueyrredón y al agresor Tomás Sánchez, de Los Matreros, y les dijo: «La situación es la siguiente: jugaron todo el primer tiempo con buena disciplina, el segundo tiempo es más ríspido, pero hasta ahora con buena disciplina».

Y continuó: «Ni el asistente ni yo tenemos nada que se ve acá. Si a posteriori, después del partido hay algo para investigar, lo vamos a ver. Lo que necesito es que mantengan la conducta del primer tiempo, es todo lo que puedo hacer».

¿Cómo finalizó el match? Pueyrredón terminó ganando el partido por 38 a 36 y sigue como uno de los animadores del campeonato de segunda división. Sin embargo, todas las miradas quedaron en la insólita acción del capitán de Matreros

El árbitro Cotic vio el video de la agresión luego del encuentro y decidió expulsar al jugador, adjuntando un informe en la Comisión de Disciplina de la URBA. Sigue la declaración de Sánchez y una decisión de la organización.

Habrá que ver qué tipo de sanción se determina. Seguramente ser capitán sea un agravante. En tanto, el club puede tomar una decisión paralela para limpiar su imagen. De todos modos, la reprochable actitud del jugador ya fue criticada en el ambiente. Se espera por parte de la entidad rectora de este deporte una sanción ejemplar.



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