sábado, abril 20

Iker Muniain, la historia de cómo el crack vasco fanático de River hizo para ver la final de Madrid


El fútbol es pasión de multitudes. Pero el fanatismo de los hinchas por los equipos argentinos no se da solo en el ámbito local, sino que trasciende fronteras. En este caso, un particular protagonista declaró su amor por River Plate y contó una anécdota que llamó la atención de muchos en las redes sociales.

Se trata del volante español Iker Muniain, jugador del Athletic de Bilbao. El 10 es un declarado hincha de River y en 2012 manifestó su pasión por el club de Nuñez.

«River Plate es un equipo que siempre me ha gustado, sobre todo por la gran hinchada que tiene, siempre alentando al equipo, y la verdad es que le admiro muchísimo. Sigo todos los partidos y le deseo lo mejor», dijo en aquella ocasión demostrando que su corazón es rojo y blanco.

Pero ahora, fue un paso más allá. El pamplonés, que fue dirigido por Marcelo Bielsa en aquella histórica campaña en la que el Bilbao alcanzó dos finales en 2012, retrató con lujo de detalles su gran locura: asistió disfrazado a la final de la Copa Libertadores entre Boca y River disputada en el Bernabéu en 2018.

El capitán y emblema del Athletic Club asistió a un programa de televisión donde se le consultó a los invitados si alguna vez se habían disfrazado para no ser reconocidos. 

Allí, Muniain tomó la palabra y comenzó explicando la importancia de aquella final del certamen continental disputada entre ambos equipos argentinos y el motivo del traslado a la capital de España.

Muniain, el capitán del Athletic que es fanático de River. Foto: Reuters.

Muniain, el capitán del Athletic que es fanático de River. Foto: Reuters.

Luego de poner en autos a los integrantes del programa, el futbolista siguió: «Yo soy muy fanático de River Plate. Entonces dije: ‘Hostia, traen aquí el partido, tengo que ir a Madrid a ver ese partido. Tengo que estar con mi equipo alentando'».

Por si fuera poco, en aquellos días el Athletic de Bilbao se estaba jugando el descenso en la liga española. Pero su amor por River Plate le tiró más que el magro presente deportivo de la institución española.

«Nosotros estábamos en descenso, era diciembre, el equipo estaba horrible, habían echado al entrenador… La peor situación que te puedes imaginar», retrató.

Iker sabía que el partido de su equipo era el día siguiente de la gran final entre Boca y River y, sabiendo que iba a ser suplente, decidió asistir igual para alentar.

«Llamé a Omar, una persona de confianza, y le dije que alquiláramos una furgoneta para ir a Madrid. Llegamos y había 50 mil personas de River Plate… No podía ir así con la cara descubierta. Me cogí una peluca, unas gafas, una gorra y una bufanda y salimos a la calle. Fui como un barra brava», reconoció el volante. 

Y añadió: «Fuimos con los hinchas de River Plate y había un control de seguridad. Entonces, estaba la Policía Nacional esperando. Llego yo con mi peluca, mis gafas, se me queda mirando un policía y pienso que me ha reconocido. Me mira la cara y me dice ‘pase pase’. Cuando llevo 50 metros me doy la vuelta y el policía está mirándome», cerró Muniain sospechando que aquel seguridad lo había reconocido.

Quién es Iker Muniain

Iker Muniain nació el 19 de diciembre de 1992 en Pamplona, España. Es un one club man, desarrolló toda su carrera en el Athletic Club de Bilbao. Desde las divisiones inferiores hasta la Primera División.

En este club es un hombre récord. Es el jugador más joven en debutar y en marcar un gol con la camiseta de los Leones

Llegó con 12 años a la cantera del Rojiblanco. En los entrenamientos con la Primera demostraba desparpajo y mucho talento. Esto lo llevó a debutar con tan solo 16 años ante el Young Boys por Europa League.​

Se ganó el apodo de Bart Simpson, por sus rasgos juveniles y su rebeldía en los entrenamientos. Pero ahora es todo un hombre.

Muniain está por cumplir 30 años y lleva la cinta de capitán en el brazo desde hace algunas temporadas, cuando Susaeta, otro histórico jugador del equipo, dejó el club. De momento tendrá para muchos años más en el club del País Vasco, pero si en el futuro decide dejar la institución quizás pueda jugar en River, el club de sus amores.



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