“Estuve peloteando con Mecha y al lado lo hacía Ivan. Les puedo decir que mi derecha corre como la de Lendl”. La frase sacudió a aquel grupo de adolescentes aturdidos en el buffet del Urquiza Tenis Club. El que la pronunció acababa de llegar de Roland Garros y era el entrenador de la tucumana Mercedes Paz, una de las mejores tenistas argentinas de aquellos días. El estadounidense estaba en la cúspide de su carrera pero Alejandro Cerúndolo lo dijo en serio esa tarde de invierno. Hoy el padre está feliz de reconocer que el drive de su hijo Francisco corre mucho más que el suyo…
Pero no es sólo ese golpe lo que llevó a la revelación de Miami a las semifinales de uno de los torneos más importantes del circuito. En realidad sería demasiado simplista el análisis si la lupa se pusiera sólo ahí aunque no cabe duda que el drive de Francisco Cerúndolo -lo termina de pegar con la muñeca trabada, lo que lo transforma en un golpe muy firme- es su arma de ataque principal. Por eso hay que ampliar la mirada y lo que más sobresale en su tenis es que mejoró muchos de los aspectos invisibles que necesita un buen jugador para transformarse en un aspirante a campeón. Y allí aparece la evolución física y mental que le dio un mayor madurez y equilibrio en su tenis.
Miami Gardens (United States), 30/03/2022.- Francisco Cerundolo of Argentina reacts after Jannik Sinner of Italy retired from their quarterfinal round match of the Miami Open tennis tournament at Hard Rock Stadium in Miami Gardens, Florida, USA, 30 March 2022. (Tenis, Abierto, Italia, Estados Unidos) EFE/EPA/ERIK S. LESSER
Cerúndolo tiene un gusto muy especial en pegarle duro a la pelota, resbala muy bien en canchas duras, toma riesgos, tiene un equilibrio muy grande en defensa y ataque y cumple esa cualidad de jugador moderno de moverse en cuatro o cinco impactos pero que también tiene paciencia para subir a la red y jugar en dos tiempos para definir con una volea o un smash. En el Hard Rock se vio además a un chico que acepta más el error. Y el ejemplo claro se vio en el partido contra Tiafoe. El viejo Cerúndolo difícilmente hubiera dado vuelta ese partido después de haber perdido dos veces la chance de ganar el primer set con su saque y de ceder ese parcial en el tie break.
¿Otros aspectos positivos? Se tiene una fe ciega, es audaz y, sobre todo, le gusta competir, ama los desafíos y disfruta esos partidos que se transforman en batallas con los miedos que traen aparejados.
¿Qué le falta para llegar a meterse entre los mejores del mundo? Hay una cuestión matemática primero:aún con un utópico título en Miami quedaría a más de 1.800 puntos del top 10. Demasiado lejos todavía.
Una derecha que siempre tuvo y que ahora explota mejor. Foto: EFE
Pero además a Cerúndolo le falta conocer el circuito, los distintos torneos, los diferentes tipos de una misma superficie. En lo técnico necesita además sacar mejor para jugar una segunda pelota más favorable y tener un revés más penetrante.
Tiene las armas para intentarlo, claro. Y este viernes Casper Ruud será una muy buena prueba para testear hasta dónde puede llegar. El loco sueño de ser finalista no pasa por ahí…
