Mientras hoy la Iglesia Católica comienza a vivir uno de los tiempos más importantes, como lo es la Semana Santa, ayer se conoció una noticia que generó mucho revuelo: apareció una denuncia en contra del arzobispo Mario Antonio Cargnello por agredir a una religiosa de la congregación Carmelitas Descalzas.
El hecho habría sucedido hace dos años cuando una religiosa, que hizo votos de clausura, falleció dentro del convento, aparentemente contagiada de COVID-19. La información se manejó con total reserva y el Arzobispo de Salta acudió inmediatamente a la congregación de calle Caseros 83.
Al notar que sobre el ataúd de la fallecida había una imagen de la Virgen del Cerro, Cargnello se habría molestado y en sus gritos pedía que la retiren y pongan un crucifijo.
Una de las monjas empezó a filmar con un celular al Monseñor, hasta que Cargnello se percató de que ella tenía el aparato escondido debajo del hábito religioso. En ese momento comenzó el forcejeo para quitarle el celular y derivó en la denuncia que se radicó recién este 12 de abril de 2022.
Según Fm Profesional, Cargnello logró hacer una copia del video y pidió reunirse con las tres madres superioras a puertas cerradas para hablar sobre lo sucedido. Durante este tiempo no se dijo absolutamente nada por miedo, pero todas las monjas son conscientes de la interna religiosa que existe entre el convento y al Arzobispado, ya que ellas responden a la Virgen del Cerro y no a la Congregación de San Jorge y Santa Teresa del Monseñor.
“Se ve que Cargnello tiene esta manera de ser y las monjas están cansadas del maltrato que tienen. El problema de fondo es que ellas responden a María Livia de la Virgen del Cerro y el Arzobispo pierde autoridad, lo que le molesta”, aseguró la fuente religiosa.
