Luego de que más países de Europa anunciaran expulsiones de diplomáticos rusos acusados de espionaje y de trabajar contra los intereses nacionales, el Kremlin calificó esas medidas como «un paso miope» de Europa.
«Reducir las posibilidades de comunicación diplomática, en condiciones tan difíciles y de crisis sin precedentes, es un paso miope que, en primer lugar, complicará aún más nuestra comunicación, que es necesaria para la búsqueda de un arreglo, e inevitablemente conducirá a pasos recíprocos», señaló Dimitri Peskov, vocero del Kremblin citado por la agencia TASS y Europa Press.
Por su parte, la Oficina de la Misión Permanente de Rusia ante la UE emitió un comunicado en el que tilda la medida de Bruselas como «hostil» e «infundada» y lamenta que «continúa la política de la Unión Europea de desmantelar la asociación entre Rusia y la UE».