Un ciudadano paraguayo comenzó a ser juzgado este martes por la Justicia de su país, tras haber sido acusado de cometer hechos punibles contra la Administración Pública, Resistencia y violación de la ley de Protección y Bienestar Animal. En resumen, lo culpan de haber abusado sexualmente de una gallina, en un hecho que tomó notoriedad como el “Caso Cococha”, tal como se llama el ave supuestamente vejado.
El proceso judicial que comenzó en el Juzgado Penal de Sentencia Cordillera y para la Dirección de Defensa, Salud y Bienestar Animal de Paraguay deja “un precedente muy importante en la lucha contra el maltrato y la crueldad animal”.
El caso, el primero de zoofilia que llega a la Justicia en el vecino país, es llevado adelante por la fiscal Zulma Benítez, de la Unidad Penal Nº 4 de Caacupé y la Dirección de Asesoría Jurídica de la Dirección Nacional.
El acusado enfrentó a los magistrados en el Juzgado Penal de Sentencia de Cordillera
El presunto abusador es Roberto Marandari Enciso, un hombre de 39 años que, al parecer, le dio vía libre a sus instintos más primitivos con el ovíparo. Si se comprueba su culpabilidad, podría recibir una condena de dos años privado de su libertad. La pena podría quedar establecida este mismo jueves, si la Justicia dicta la sentencia.
Según medios paraguayos, en julio de 2021, después de su rescate, cuando se encontraba en estado crítico por el presunto abuso y un marcado maltrato, Cococha fue puesta en adopción.
El caso «Negrita» conmocionó a Jujuy
“Negrita”, una perra de cuatro años, fue encontrada muerta en septiembre pasado en un inmueble abandonado a pocos metros de su domicilio, en el barrio de Alto Comedero, en Jujuy. Su dueña denunció que fue “violada, desmembrada y mutilada”.
La Policía de esa provincia logró detener poco después a un joven de 22 años, quien intentaba huir. Durante el juicio abreviado, homologado el 24 de noviembre de 2021, el hombre, identificado como Darío Alejandro Balderrama, admitió su responsabilidad en el aberrante caso.
La imagen de Negrita, la perra violada, desmembrada y asesinada
En ese contexto, el abusador y asesino de Negrita recibió una pena de doce meses de prisión, el castigo máximo dispuesto en la Ley 14346. Además, quedó obligado a fijar domicilio y a presentarse cada 30 días a firmar un libro de caución, y se le prohibió el acercamiento a la familia multiespecie de Negrita.
La condena incluyó también el impedimento de contactar a los testigos de la causa, de mantener contacto con animales ni adoptarlos, hasta que sus informes psiquiátricos no entregasen resultados que ya no representa un peligro para ellos.
De todas maneras, solo cumplió efectivamente dos meses de encierro. Vecinos de Alto Comedero mencionaron en redes sociales que, al momento de confirmarse su sentencia, se encontraba trabajando en una carnicería del barrio.
La salvaje agresión a la perra generó una fuerte reacción de la sociedad jujeña. Fueron numerosos los pedidos de justicia, en especial a través de las redes sociales, donde pudieron observarse una buena cantidad de mensajes.
El caso generó tal repudio que organizaciones que luchan contra el maltrato animal convocaron a distintas marchas para pedir endurecer las penas para este tipo de delitos.
La ley 14.346 busca proteger a distintas especies de los malos tratos y actos de crueldad a los que puedan ser sometidos, y establece que «será reprimido con prisión de 15 días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales».
DB
