
En una nueva edición del streaming de El Tribuno, la doctora y abogada previsionalista Liliana Musa abordó uno de los temas más sensibles del presente: la situación de los jubilados y pensionados en Argentina. En un contexto de incertidumbre y crisis económica, se refirió a la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que prevé una suba del 7,2% en los haberes jubilatorios, un aumento del bono mensual de $70.000 a $110.000, y la prórroga por dos años del plan de pago de deuda previsional, conocido como «moratoria».
“Es importante llevar tranquilidad e información a los jubilados, que la están pasando muy mal. Esta medida representa un alivio, pero es parcial. Aún resta la definición del Senado y se anticipó que el presidente la vetaría por razones fiscales”, sostuvo Musa.
“No alcanza para vivir”
La letrada hizo hincapié en que, según la Constitución Nacional, las jubilaciones deben ser proporcionales, móviles y suficientes, principios que hoy están lejos de cumplirse. “La jubilación debe permitir sostener un nivel de vida equivalente al del trabajador activo. Eso hoy no sucede. Los jubilados tienen que elegir entre comprar remedios o alimentos”, advirtió.
Musa fue crítica con la historia reciente del sistema: “Los culpables de esta crisis no son los jubilados. Lo son las malas administraciones, la corrupción, el uso irresponsable del Fondo de Garantía de Sustentabilidad y la falta de planificación a largo plazo”.
«Hay que hacer una reforma seria, no parches»
Según Musa, el sistema previsional necesita una reforma integral y sostenible, que contemple la realidad económica del país pero que también respete los derechos adquiridos. “El problema no se resuelve solo con bonos de $60.000 o $110.000. Hay que pensar cómo se va a pagar todo esto. Hoy el 40% de los trabajadores está en negro, y hay sectores donde no se hacen aportes reales, como en parte del empleo público con conceptos no remunerativos”, denunció.
Auditoría a pensiones por invalidez: dudas y trámites
Otro tema de fuerte actualidad es la auditoría sobre las pensiones no contributivas por invalidez, que generó preocupación y confusión entre los beneficiarios.
“Lo que se busca es verificar que las personas que reciben este beneficio realmente estén imposibilitadas de trabajar. Lamentablemente, se otorgaron muchas pensiones de forma irregular. No se trata de quitar derechos, sino de garantizar que quienes realmente lo necesitan, lo reciban. Y quienes puedan trabajar, lo hagan, aporten, y accedan a una mejor cobertura de salud”, explicó.
Trámites: qué hacer y adónde acudir
Musa recordó que quienes reciban cartas documento deben presentar documentación médica, historia clínica y, de ser posible, el Certificado Único de Discapacidad (CUD). Aunque no siempre es obligatorio, se recomienda tenerlo vigente. Los trámites pueden realizarse a través de la página de ANSES con clave de seguridad social o de forma presencial.
Para quienes no tienen acceso digital o viven en el interior, Musa destacó el papel de ANSES en la asistencia personal y la importancia de evitar filas innecesarias, especialmente en casos de movilidad reducida.
Jubilaciones: cómo iniciar el trámite
La especialista explicó que, para iniciar el trámite jubilatorio, el primer paso es ingresar al sitio de ANSES con la clave personal y verificar los aportes registrados. Si hay años de aportes que no figuran, los recibos de sueldo pueden servir como prueba.
Además, recordó que existen planes de pago vigentes, como la ley 27.705, que permite comprar aportes faltantes por unos $29.000 mensuales, y otra más accesible (ley 24.476) con cuotas mucho menores, aunque requiere pasar un análisis socioeconómico.
Amparo por mora y reclamos judiciales
Frente a la demora excesiva en la resolución de trámites, Musa recomendó recurrir a la Defensoría Oficial de la Justicia Federal o iniciar un amparo por mora, una herramienta legal para exigir respuestas del Estado cuando se superan los plazos establecidos.
Más equidad, más control, menos populismo
“La solución de fondo es clara: generar empleo registrado, ampliar la base de aportantes, combatir la informalidad, controlar correctamente los beneficios y reformar el sistema de forma integral”, finalizó Musa. “No podemos seguir dando parches que prometen mucho pero no resuelven nada. Y lo más importante: no olvidemos que los jubilados no son responsables de esta crisis, y merecen respeto y dignidad”.