
Hace cuatro años, Aarón DH43 se animó a encender la cámara y salir a grabar por las calles de Salta. Con una bici y un celular, comenzó a mostrar anécdotas, curiosidades y problemáticas del día a día de la ciudad. Hoy, convertido en un referente del contenido urbano en la provincia, su canal de YouTube crece a pasos agigantados y lo posiciona como uno de los principales creadores de la región.
Pero el camino no fue fácil. Como muchos, al principio dudó sobre si debía exponerse en las redes. “Siempre fui un cara rota, nunca me importó el qué dirán, pero en ese momento pensaba mucho en eso y me frenaba”, cuenta Aarón. Sin embargo, con el tiempo aprendió que nunca se puede gustar a todo el mundo y decidió lanzarse sin miedo: “A 10.000 les puede gustar, a 5.000 no, pero siempre va a haber gente que disfrute el contenido”.
De la bici a la moto: la evolución del canal
Su historia comenzó con la bici y, con el tiempo, llegó la moto. “Al principio era todo al estilo bici bandido, pero bien salteño, tranqui”, dice entre risas. Con la moto, el alcance de sus videos creció y las anécdotas se multiplicaron. En una de sus primeras grabaciones, incluso, logró frustrar un robo: “Le habían sacado el celular a una chica, lo perseguí y el tipo no tuvo más remedio que tirarlo”.
Los recorridos por los barrios salteños son una de sus propuestas más fuertes, una forma de mostrar lo que los medios tradicionales no siempre reflejan. “Los barrios tienen mucho para contar, cosas buenas y otras no tanto, pero es importante que se sepan”, sostiene.
El poder de la disciplina y la constancia
Para los que sueñan con crear contenido, Aarón tiene un mensaje claro: la clave es la constancia. “La disciplina es fundamental. Arranqué sin presionarme y de a poco fui poniendo mis propios desafíos. Hoy, estar en entrevistas y ver que mi canal tiene un buen lugar en el contenido salteño es muy satisfactorio”, reflexiona.
Con planes de seguir haciendo motovlogs, recorrer en bici los rincones de la provincia y contar historias de barrio, Aarón tiene claro su propósito: “Siempre quise transmitir mi mundo, lo que me pasa. Nunca lo hice por plata, aunque hoy me genera ingresos. Pero lo más importante es ofrecer contenido de calidad”.
Las pegatinas y el reconocimiento en las calles
Un sello distintivo de su canal son las pegatinas con su logo, que están por toda la ciudad. “No inventé eso, otros motovloggers lo hacían antes, pero decidí probar. En ese tiempo estudiaba, me subía al bondi y las pegaba por ahí. Hoy, con el trabajo constante, ya no necesito hacer eso, el contenido llega solo”, cuenta.
El crecimiento de su comunidad se nota en cada salida. Los seguidores lo reconocen, le piden fotos y hasta pegatinas. “Me gusta conocer a la audiencia. Llegar a los chicos, a gente de cualquier estrato social, eso me llevó a cambiar mi lenguaje y mi forma de expresarme”, destaca.